ANDREA TOKMAN EXPUSO SOBRE PROCESO DE TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO LABORAL EN DESAYUNO DE COYUNTURA EN CNC

agosto 30, 2019

Andrea Tokman, economista jefe de Quiñenco, se refirió al proceso de transformación que está viviendo el mundo del trabajo y el desafío que constituye para los actores involucrados.

Andrea Tokman, economista jefe de Quiñenco, participó del ciclo de Desayunos de Coyuntura organizado por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo y Chile, donde conversó con representantes de las empresas socias CNC acerca de la transformación del mundo del trabajo y cómo este cambio tendrá efectos directos en las empresas, el crecimiento y el progreso del país.

“Debemos hacernos cargo de esta transformación tecnológica y demográfica como sociedad. La velocidad con la cual se va transformando el mundo del trabajo, con reemplazos e invenciones diarias, dificulta la transición. En particular el sector comercio tiene grandes probabilidades de automatización. El éxito depende de poder reasignar a los trabajadores a funciones y trabajos que complementan la tecnología, algo que es difícil cuando estos van cambiando tan rápidamente y en dirección que no son fáciles de predecir. Es difícil preparar a las personas para trabajos y empresas que hoy no existen y cambian con rapidez” señaló Tokman.

Para la economista, “todo esto es un desafío para las políticas públicas de capacitación continua, educación inicial, intermediación laboral, seguridad social, pero también para la administración de personas y empresas y sin duda para las personas que deben vivir adaptándose y aprendiendo, con inseguridad de si su puesto o parte de él será el siguiente en la línea de automatización. Lo que tenemos que tener en mente, y muchas veces se nos olvida, es que esta afecta la velocidad de adopción de las tecnologías y tenemos que tener instaladas las herramientas e instituciones necesarias para hacernos cargo de la transición que generamos con ellas”.

Según la experta, se necesita una capacidad de adaptación enorme, mucho movimiento dentro y entre empresas. “Mucho movimiento también entre distintos estados laborales (empleados, cuenta propia, desempleado, inactivo), enfatizar el diálogo sectorial con los trabajadores, ya que nuestros recursos humanos y nuestras ventajas sobre la tecnología nos diferencian de las maquinas, sobre todo en los ámbitos de liderazgo, capacidad crítica y el análisis”, expuso.

En su exposición, se refirió a que “en las conversaciones acerca futuro del trabajo, muchas veces la discusión termina con frases como los trabajadores quedarán desamparados, tendremos empresas automatizadas que producirán productos que trabajadores con pocos ingresos no podrán comprar, etc. y que nos veremos enfrentados en un futuro a problemas de ocio, semanas laborales de 4 días, demasiadas vacaciones, etc.”.

Según expuso, la OCDE y otros organismos internacionales, señalan que en Chile tenemos un altísimo potencial de reemplazo, estando entre los países con mayor trabajos y funciones susceptibles de ser realizadas por una máquina. “Pero esto contrasta con los datos. Hasta ahora, estos han demostrado que siempre ha dominado la creación de nuevos trabajos o funciones por sobre el reemplazo. Las tasas de desempleo están hoy en niveles históricamente bajos. En la mayoría de los países con alta penetración tecnológica, el desempleo hoy se encuentra en niveles muy bajos en perspectiva histórica. Incluso Chile está hoy en niveles de desempleo 2 puntos por debajo de su promedio en las últimas 3 décadas”, agregó.

La respuesta, según indicó Tokman, está en que junto con el desplazar a trabajadores que ejecutan roles rutinarios automatizables, hay efectos indirectos que más que compensan los reemplazos. Lo primero es que se crean nuevas funciones para los reemplazados como que ahora el cajero del banco ya no se dedica a entregar billetes, sino que realiza otras funciones de mayor valor como asesorías, atención al cliente, ventas de productos de inversión y seguros, en el mismo banco, posiblemente en la misma ventanilla. “Se crean también trabajos impensados hasta hace poco. Quién habría pensado que hoy se estudia para ser entrenadores de máquinas, tratamiento de datos, hospitales digitales, limpiador de paneles solares. Se crearán nuevos trabajos, de hecho, el 65% de los trabajos de nuestros hijos no existen en la actualidad”, agregó.

La economista señaló que “la evidencia internacional demuestra que se generarán más empleos que los que se pierden. Las principales preocupaciones que traen los cambios tecnológicos es que demos tener una gran capacidad de adaptación y que la velocidad de los cambios genera transiciones complicadas. El esfuerzo es tratar de empujar a la gente a la transformación y la reconversión ya que las transformaciones tecnológicas reducen la demanda de los trabajos intermedios.  Algo que caracteriza a estos empleos y que es parte de la historia más positiva reciente, es que son trabajos que se hacen más valiosos por el avance tecnológico y que su valor lo aportan desde la creatividad, análisis, juicio, experticia. Habilidades que no son tan fácilmente codificables y que generalmente tienden a dar una satisfacción que trabajos rutinarios, de valor agregado pequeño, no logran”.

Contexto de alta rotación laboral

Chile es el país de más alta rotación laboral en el mundo, la antigüedad laboral es corta, adquirir experiencia se hace más difícil, es por esto, que según Tokman “es aquí donde el trabajo de los gremios adquiere mayor importancia, ya que si hay una coordinación puede lograrse un mayor efecto en la capacitación. El sector Comercio es uno de los que tiene más rotación laboral. En las empresas chicas hay más rotación Según el Banco Central la rotación del asalariado formal es más alta”.

Chile tiene una tasa de envejecimiento altísima, los países con mayor tasa de envejecimiento adoptan más rápido la tecnología. También posee una alta tasa de migrantes, los que han tenido un aumento explosivo en 4 años, son trabajadores más calificados y el sector comercio concentra alta presencia de ellos.

Tokman agregó que “la velocidad de los cambios depende del contexto. La tecnología no es buena o mala, depende de lo que hacemos con ella. A través de ella podemos mejorar nuestro negocio, lo que beneficia a trabajadores y empleadores. Debemos tomar en cuenta que la reacción política de las empresas y las personas es mas lenta que la velocidad de la tecnología”.

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